Ensenada pierde una parte de su territorio a partir de una resolución de último minuto tomada en el Congreso del Estado y por eso, la semana pasada le preguntamos si desde su punto de vista, la perdida de territorio ante Rosarito fue por ineptitud del Alcalde, corrupción de los diputados o por línea del Gobernador.
El 54 por ciento de los participantes cree que fue un asunto de corrupción de los diputados y es que el hecho fue consumado de tal manera que todo apunta a que si vuela como pato, camina como pato y grazna como pato, seguramente se trata de un pato.
El 26 por ciento apunta a la ineptitud del Alcalde y es que, durante los años anteriores a recibir el encargo la presidencia muncipal, Gilberto Hirata hizo creer a muchos que tenía especial talento para el trabajo político hacia el exterior: negociar recursos con la federación, principalmente. Esto resultó ser un cuento chino (¿o japonés?) y los resultados nunca llegaron, no llegan y como dijo Don Teofilito, no llegarán.
El 20 por ciento piensa que se trató de una línea del gobernador y también tiene sentido. Desde su campaña para convertirse en Gobernador, Francisco Vega y el PAN Estatal dejaron claro que su interés en el puerto es mínimo. Apenas lo necesario para no perder con demasiado margen y esto se ha reflejado principalmente en las decisiones al momento de elegir candidatos.
El triste final de este asunto es que como en muchos conflictos, cuando dos fuerzas se enfrentan en un conflicto de intereses, el que pierde es el pueblo.
En este caso el Pueblo de Ensenada.
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