El pasto artificial es una opción cada vez más popular en jardines, terrazas, balcones y espacios exteriores en general. Su bajo mantenimiento, aspecto estético y durabilidad lo convierten en una alternativa ideal frente al césped natural.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones que puede surgir tras su instalación es la acumulación de agua. Ya sea por lluvias intensas, riego o limpieza, el exceso de agua puede convertirse en un problema si no se toman las precauciones adecuadas desde el inicio.
Evitar que se acumule el agua en el pasto sintético no solo es una cuestión estética, sino también funcional. Un césped encharcado puede generar malos olores, atraer insectos, acelerar el deterioro de los materiales y dificultar su uso.
Por eso, en este artículo vamos a analizar en profundidad cómo prevenir este inconveniente y garantizar una correcta instalación y mantenimiento.
El paso más importante, preparar el terreno
La base sobre la cual se instala el pasto artificial es determinante para evitar futuros problemas de drenaje. Antes de colocar cualquier rollo de césped sintético, es fundamental preparar el terreno adecuadamente así se evita cualquier tipo de inconveniente que se pueda presentar más adelante.
La superficie debe tener una ligera pendiente que favorezca el escurrimiento natural del agua. No hace falta una inclinación demasiado pronunciada, pero sí lo suficiente como para que el agua no quede estancada. Una pendiente de entre el 1% y 2% suele ser más que suficiente en la mayoría de los casos.
Luego, se debe excavar unos centímetros (generalmente va de entre 5 a 10 cm) y rellenar con una base de material granular, como grava compactada o arena gruesa. Estos materiales ayudan a filtrar el agua hacia abajo y a evitar que se creen charcos. Además, proporcionan una base sólida que facilita la instalación y prolonga la vida útil del pasto artificial.
Mantenimiento regular y cuidados necesarios
Aunque el pasto artificial requiere poco mantenimiento en comparación con el natural, hay ciertos cuidados que ayudan a preservar su funcionalidad. La limpieza periódica es super importante.
El polvo, las hojas secas y otros residuos pueden obstruir los orificios de drenaje con el tiempo. Puedes usar un rastrillo plástico suave, una sopladora o una escoba de cerdas duras para mantener el césped limpio y libre de elementos que impidan el flujo del agua.
Además, si se detectan zonas donde el agua tarda más en absorberse, conviene revisar si los orificios están taponados o si la base se ha compactado en exceso, impidiendo la infiltración.
Otro factor para considerar es el uso de muebles u objetos pesados sobre el pasto artificial. Si bien es resistente, una carga prolongada puede compactar la base, dificultar el drenaje y generar zonas propensas al encharcamiento.
Si se va a instalar un jacuzzi exterior, por ejemplo, es crucial asegurarse de que el área cuente con una base reforzada y un sistema de drenaje eficiente, ya que los derrames de agua son frecuentes y pueden dañar tanto el césped como el suelo subyacente si no se manejan correctamente.
Sistema de drenaje adecuado
Si el área es muy grande o si se encuentra en una zona propensa a lluvias intensas, puede ser necesario implementar un sistema de drenaje más sofisticado. Por suerte, existen varias opciones de las cuales elegir según te convenga para tu clima y terreno:
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● Drenaje francés: consiste en cavar una zanja con pendiente, llenarla con grava y colocar un tubo perforado para desviar el agua hacia una salida determinada. Es ideal para jardines grandes o espacios con baja capacidad de absorción.
● Drenajes perimetrales: funcionan rodeando el área con canaletas o tubos que recogen el agua superficial y la redirigen hacia desagües.
● Rejillas o canaletas de superficie: en patios o terrazas con superficies impermeables, colocar rejillas conectadas a desagües puede ser clave para evitar acumulaciones.
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Estos sistemas son más costosos y requieren obra, pero si el terreno lo amerita, la inversión vale la pena ya que es una obra que se llevará a cabo solo una vez y es capaz de durar muchos años.
Elección del tipo de pasto artificial
Es una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar ya que todos los céspedes artificiales son iguales. Algunos modelos están diseñados con sistemas de drenaje integrados más eficaces que otros. A la hora de elegir el producto, es importante revisar las especificaciones técnicas.
El respaldo del pasto (la parte inferior) debe tener orificios de drenaje distribuidos de forma uniforme. Estos agujeros permiten que el agua fluya a través del césped hacia la base y luego se disperse por el suelo preparado.
La capacidad de drenaje se mide en litros por minuto por metro cuadrado, y es recomendable optar por un modelo que permita al menos 30-60 litros por minuto para evitar acumulaciones tras lluvias moderadas o riego.
Después de una lluvia fuerte, conviene revisar cómo se comporta el pasto. Si se observan charcos persistentes, puede ser señal de un problema de drenaje que aún no se ha manifestado por completo. En ese caso, actuar a tiempo puede evitar daños mayores.
Revisar la uniformidad de la pendiente, comprobar si hay zonas hundidas o si los drenajes están obstruidos puede hacer la diferencia entre un espacio que mantiene su estética y funcionalidad, y otro que se vuelve problemático con el paso del tiempo.
Evitar impermeabilizar sin control
En ocasiones, se colocan capas impermeables debajo del pasto sintético por error o sin la correcta planificación. Esto impide que el agua se filtre hacia abajo, generando el efecto contrario al deseado.
Salvo en situaciones muy específicas (como en terrazas sobre techos), el uso de capas impermeables no es recomendable. Si es absolutamente necesario, debe combinarse con un sistema de evacuación lateral o canalización que permita deshacerse del agua acumulada de manera rápida.
Asesoramiento profesional
Si bien existen muchas guías y tutoriales en la web sobre cómo instalar pasto artificial de forma casera, contar con el asesoramiento de un profesional puede ser una excelente decisión, especialmente si el área a cubrir es amplia o presenta condiciones particulares como humedad constante, sombra permanente o tránsito frecuente.
Un instalador experimentado sabrá analizar el terreno, sugerir el mejor tipo de césped, preparar la base adecuada y prever posibles inconvenientes. Esta inversión inicial puede ahorrar mucho tiempo, dinero y dolores de cabeza a largo plazo. A veces, tienes que dejárselo a los que saben.
Un jardín seco, limpio y sin sorpresas
El pasto artificial es una excelente opción para disfrutar de espacios verdes durante todo el año sin las complicaciones del césped natural. Sin embargo, su instalación requiere planificación y atención a ciertos detalles técnicos que, de ser pasados por alto, pueden derivar en problemas de drenaje.
Preparar correctamente la base, elegir un modelo de césped con buen sistema de evacuación de agua, mantenerlo limpio y prever situaciones como el uso de estructuras pesadas son pasos clave para evitar la acumulación de agua. Con estas precauciones, no solo se garantiza un jardín funcional, sino también un espacio agradable, limpio y duradero, listo para disfrutar en cualquier estación del año.